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1) LO DICE LA PALABRA DE DIOS: |
Hay pasajes bíblicos que hablan muy claramente sobre la realidad del Purgatorio. Uno de ellos, y tal vez el principal, es cuando el Apóstol San Pablo nos habla sobre el día del Juicio y sobre qué pasará con aquellas personas que tuvieron fe y sirvieron a Dios, pero que su obra no fue tan buena, él lo explica así:
A) Las acciones -buenas o malas- es lo único que decidirá nuestro destino:
"Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. Si lo que has construido resiste el fuego, será premiado. Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. Se salvará pero no sin pasar por el fuego" (1 Corintios 3, 13-15)
Esto es precisamente el Purgatorio, una purificación que algunos necesitaremos para poder disfrutar plenamente de la amistad Eterna con Dios.
Así está escrito en todas la Biblias del mundo, en palabras muy similares. A esta realidad que la Sagrada Escritura nos muestra le llamamos purgatorio=purificación.
Que esta palabra no venga en la Biblia no nos interesa, pues tampoco viene la palabra "Trinidad" ni "Encarnación" y el protestante las acepta.
Lo que importa no es la palabra, sino la realidad de lo que significa, y en ese aspecto el Purgatorio está muy claro en la Sagrada Escritura.
B) En el Cielo no entrará nada manchado:
La existencia del Purgatorio es una consecuencia lógica de la Santidad de Dios, pues si Él es el tres veces Santo (Is 6,3) o sea la plenitud de la Santidad y Perfección, entonces quienes estén junto a Él también deben de serlo (Mt 5,48), por eso, quien es fiel a Dios, pero no se encuentra en un estado de Gracia Plena a la hora de morir, no puede disfrutar del Cielo porque la misma Biblia dice que en la Ciudad Celestial:
"No puede entrar nada manchado (impuro) (Ap 21,27)
Entonces, si un cristiano no puede entrar al Cielo por tener alguna mancha o impureza, ni tampoco sufrir el Castigo Eterno, es claro que tendrá que 'pagar' en esta vida o en la otra. Esto está escrito en la Biblia:
"Al que calumnie al Hijo del Hombre se le perdonará; pero el que calumnie al Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro" (Mt 12,32).
"Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo" (Mt 5,26)
C) Nosotros podemos expiar por los difuntos:
..."él tenía presente la magnífica recompensa que está reservada a los que mueren piadosamente, y este es un pensamiento santo y piadoso. Por eso, mandó ofrecer el sacrificio de expiación por los muertos, para que fueran librados de sus pecados" (2 Macab 12,45)
2) DESDE LOS PRIMEROS SIGLOS LOS CRISTIANOS CREEMOS EN SU EXISTENCIA: |
El Purgatorio como estado temporal de purificación fue creído desde el principio por los primeros cristianos que destacaron por su fe y santidad y a los cuales se les llama 'PADRES DE LA IGLESIA', conozcamos lo que dijeron algunos de ellos sobre este tema:
* Año 211. Tertuliano: "Nosotros ofrecemos sacrificios por los muertos..."
* Año 307. Lactancio: "El justo cuyos pecados permanecieron será atraído por el fuego (purificación)..."
* Año 386. Juan Crisóstomo: "No debemos dudar que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo..."
* Año 580. Gregorio Magno: "Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador..."
3) ¿QUE ES EL PURGATORIO? |
Más que un lugar físico, es un estado de vida temporal para la persona que muere en Gracia de Dios pero imperfectamente purificada, y donde, mediante el sufrimiento, la Iglesia Purgante se purifica para disfrutar plenamente de la Presencia de Dios.
El caso del malhechor al que Jesús le dice que estará con él en el Paraíso, nos muestra que esa purificación en el sufrimiento algunos la tendrán aquí, y otros la tendrán en la otra vida como lo menciona San Pablo (1 Cor 3, 13-15).
Cualquier persona que haya amado a un ser querido y que por alguna circunstancia la deja de ver por una temporada sabe del sufrimiento de no poder disfrutar por un tiempo del amor de esa persona. Sabe que está viva, que lo ama y que lo volverá a ver, pero al no tenerlo plenamente cerca experimenta alegría y a la vez un dolor y deseo de tenerlo cerca por siempre, cara a cara. Algo similar, pero de mayor intensidad y forma será la 'PURIFICACION'.
Lamentablemente, cuando muchos hermanos protestantes dicen que el Purgatorio es un invento de la Iglesia, simplemente lo dicen porque desconocen lo que la Biblia y la historia nos dice sobre ese aspecto, ¡qué gran sorpresa se llevarán si les toca entrar en él!
Muchos de ellos se salieron de la Iglesia Católica sin conocer la Biblia y ahora siguen allá igual, sin conocimiento de la misma. La leen mucho, pero la entienden poco. Lo peor es que el Católico no la entiende nada, porque ni siquiera la lee. Qué increíble. Ya es tiempo de corregir esto.
4) ¿COMO EVITAR EL PURGATORIO? |
Esta decisión le toca solo a Dios, pero nosotros podemos empezar a purificarnos de la siguiente manera:
a) Llevar VIDA SACRAMENTAL: Confesarnos (vivir en Gracia de Dios permanentemente), y Comulgar (diariamente de ser posible)
b) Orar diariamente (de preferencia integrarse a algun grupo de Oracion), sin olvidar el REZO DIARIO del Rosario. La intercesión de María es Potente!
c) Leer y Meditar la Palabra de Dios (al menos un versículo diariamente)
d) Corregir todo lo que NO va de acuerdo con la Voluntad de Dios; romper lazos con pecados repetitivos, hacer las paces con el prójimo (empezando por la familia), y esforzarse por llevar una vida santa (pedirle a Dios que El ya nos vaya santificando, desde aqui en este mundo) ... EN EL OCASO DE NUESTRAS VIDAS, SEREMOS JUZGADOS EN EL AMOR (San Juan de la Cruz)
Ho Misericordiosísimo Corazón de Jesús Eucarístico, por el purísimo corazón de María Inmaculada, y desde lo más profundo de mi alma te ruego y te suplico, te dignes disponerme y confortarme, con abundantes Gracias, para hacer y ofrecer esta ADORACION REPARADORA con verdaderos afectos de fe, esperanza y caridad para con las dolidas y prisioneras almas del Purgatorio, que imploran el beneficio de tu Sangre Preciosísima, oh Jesús, y el fruto de los dolores de María, tu Inmaculada y Santa Madre.
Si, mi Jesús, esa Sangre y esos dolores que fueron tan eficaces en el Calvario para la humanidad entera, sírvales de alivio a aquellas infelices prisioneras. Pues esa Sangre, esos dolores, o mejor, esos vuestros Sagrados Corazones martirizados al unísono, rompieron todo lazo de iniquidad, librándonos del imperio y esclavitud de Satanás y nos hicieron hijos verdaderos del Dios inmortal, del Dios del amor.
Por eso ahora quiero unir mi humilde ADORACION REPARADORA a tu Sagrado Corazón, y al purísimo Corazón de tu Madre Inmaculada. Así, a ellos unida, ésta mi adoración, servirá para reparar las faltas por las que están detenidas las almas de muchos hermanos míos. Redimidos por ti, sufriendo la mayor, la indecible pena de no poder verte, Jesús amadísimo, están separados lejos del fin para el que fuimos creados: alabarte, bendecirte, glorificarte y gozarte por siempre a Ti, Jesús, que con el Padre y el Espíritu Santo eres nuestro Dios. Amen
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" ADORACION REPARADORA EN FAVOR DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO "
La piedad con los difuntos es uno de los primeros sentimientos del corazón humano, cuando se está persuadido de que el alma vive después de la destrucción del cuerpo –dice un profundo escritor- cualquiera que sea la opinión que se tenga sobre el estado en que ésta se halle después de la muerte, no hay cosa más natural que hacer votos y Oraciones para proporcionar felicidad a las almas de nuestros parientes y amigos.
Aquellos mismos que por sus principios parecen más prevenidos contra tal uso, muchas veces confiesan sinceramente no poderse detener en aquellos graves momentos, de hacer votos secretos, que la misma naturaleza arranca de sus pechos, por aquellas personas con quienes estaban estrechamente unidos con dulces y caros vínculos.
Señal evidente de que este es un sentimiento grabado por el dedo de Dios en el corazón de los hombres; he aquí por qué se encuentra en todo lugar y en todos los pueblos del mundo.
Pero las tradiciones más veneradas y más puras de la piedad con los difuntos se hallan en los pueblos que adoran al Dios Vivo. Porque la verdadera Religión trató siempre de acercar las almas de los que finaron, a la Fuente de toda felicidad, que es Dios; para hacerlas bienaventuradas en Él y por Él. De lo cual provino, el que por medio de Oraciones y Sacrificios, procurasen hacer propicio al Todopoderoso para con aquellas, y con obras expiatorias tratasen de hacerlas dignas ante su Divina Presencia.
Y efectivamente, estos son los dos modos empleados en la Santa Iglesia para socorrer a los difuntos: Hacer propicio al Señor con las almas, y hacer las almas dignas de Él; lográndolo por la Oración y el Sacrificio, y por las obras expiatorias en favor de las Animas Benditas.
EXISTENCIA DEL PURGATORIO: |
Es un artículo de fe, que las almas de los que mueren con alguna culpa venial, o sin haber satisfecho plenamente a la Justicia Divina por los pecados ya perdonados, están detenidas en un lugar de expiación, que llamamos Purgatorio.
Así lo enseña la Santa Madre Iglesia, columna infalible de la verdad; así lo confirma la más antigua y constante tradición de todos los siglos; así lo aseguran unánimemente los Santos Padres griegos y latinos, Tertuliano, San Cirilo, San Cipriano, San Juan Crisóstomo, San Ambrosio, San Agustín y tantos otros; así lo han definido los Sagrados Concilios de Roma, de Cartago, de Florencia, de Letrán y de Trento, dirigidos por el Espíritu Santo.
Y, aunque la Iglesia no lo enseñase así; ¿no lo insinúa bastante la razón natural? Supongamos que un alma sale de este mundo, con alguna culpa venial, ¿qué hará Dios? ¿la lanzará al infierno? Y siendo su hija y esposa amadísima, ¿la confundirá con los réprobos y espíritus infernales? Eso repugna a la Justicia y Bondad Divina.
¿La introducirá en el Cielo? Esto se opone igualmente a la Santidad y Pureza infinita del Creador; pues solo aquel cuyas manos son inocentes, y cuyo corazón está limpio, subirá al monte del Señor, nada manchado puede entrar en aquel reino purísimo ¿Qué hará, pues Dios de aquella alma? Ya nos lo dice por Malaquías: La pondré como en un crisol, esto es, en un lugar de penas y tormentos, de donde saldrá hasta que haya satisfecho a la Justicia Divina.
¿Crees tú esto, cristiano? Creas o no creas, te burles o no te burles de ello, la cosa es y será así. Negar el Purgatorio; tan solo dudar advertidamente de su existencia, es ya pecado grave. ¿Crees tu esta verdad, y con tanta indiferencia miras tan horribles penas?
¿Crees en el Purgatorio y con tus culpas amontonas tanta leña para arder en tan terrible fuego? Es, también, un artículo de fe que nosotros podemos aliviar a aquellas almas afligidísimas. Si; en virtud de la Comunión de los Santos, hay plena comunicación de bienes espirituales entre los bienaventurados que triunfan en el Cielo, los cristianos que militan en la tierra, y las almas que sufren en el Purgatorio.
En virtud de esta comunidad de bienes, podemos con mucha facilidad y mérito nuestro, bajar al Purgatorio con nuestros sufragios; y a imitación de Jesucristo después de su muerte, librar aquellas almas y alegrar al Cielo con un nuevo grado de gloria accidental, procurando nuevos príncipes y moradores a aquella Patria felicísima.
¡Oh admirable disposición de la Sabiduría Divina! ¡Oh qué dicha y felicidad la nuestra!, viéndose Dios obligado a castigar a aquellas sus hijas muy amadas, busca medianeros que intercedan por ellas, a fin de conciliar así el rigor de la Justicia con la ternura de su Misericordia infinita.
Y nosotros somos estos dichosos medianeros y corredentores; de nosotros depende la suerte de aquellas pobres almas.
Haz pues, amado cristiano, con fervor, algún sufragio en cada día de este mes consagrado a las Ánimas; ¿Quién sabe si abrirás el Cielo a alguno de tus parientes o amigos ya difuntos? ¿Y serás tan duro e insensible, que les niegues un pequeño sacrificio, pudiéndoles hacer tan gran favor, y a tan poca costa?
OBRAS A FAVOR DE LAS ALMAS (Práctica sencilla para cada día): |
Pueden rezarse 5 Padre nuestros, 5 Ave Marías y
“Requiem aeternam dona eis, Domine; et lux perpetua luceat eis” (dales Señor el descanso eterno, y brille para ellos la Luz perpetua), en memoria de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo; suplicando
al Eterno Padre que se apiade de las Benditas almas por la Sangre que derramó su Divino Hijo, diciendo 5 veces la siguiente JACULATORIA: ¡Eterno Padre, por la Preciosísima
Sangre de Jesús, Misericordia!
(También añádase un Padre nuestro por los Propagadores de esta Devoción).
Dios estima mucho el que hagamos sufragios por las Benditas Ánimas del Purgatorio:
Entre las muchas apariciones que confirman el dogma del Purgatorio, y los aceptos que son a Dios los sufragios por los difuntos, es muy notable la que tuvo el caudillo ilustre de los ejércitos de Dios, Judas Macabeo.
Había este piadoso general derrotado a Gorgias, mas no sin pérdida de varios soldados suyos, que murieron en la batalla; y conociendo por las alhajas que se les encontraron ocultas en los vestidos, que habían muerto en castigo de un robo que habían hecho en la ciudad de Jamnia, exhortó al ejército a que rogasen por aquellos infieles. Hizo una cuestación, y reuniendo doce mil dracmas de plata, las envió a Jerusalén para que se ofreciesen sacrificios en sufragios de aquellas pobres almas.
Conducta admirable que el Espíritu Santo alabó con aquellas memorables palabras: “Es pues, un pensamiento santo y saludable el rogar por los difuntos, a fin de que sean libres de las penas de sus pecados” (2º de los Macab. 12-46). Conducta que le alcanzó de Dios una insigne victoria, pues habiendo sucedido a Gorgias el soberbio Nicanor con crecidísimo ejército y gran número de caballos y elefantes, la víspera, cansado Judas de combinar el plan de batalla, y de hacer preparativos para ella, se quedó dormido; cuando he aquí que se le aparecen el profeta Jeremías, y Onías el Sumo Sacerdote: ya difuntos, y presentándole una espada muy preciosa, le dicen: Recibe esta espada santa, como una dádiva que Dios te envía; con ella abatirás a los enemigos de mi pueblo Israel.
Animado con esta visión, y armado con esta espada divina, embistió con un pequeño ejército al enemigo y mató a 35’000 entre ellos al mismo Nicanor.
OBRAS DE GRAN ALIVIO PARA LAS BENDITAS ANIMAS DEL PURGATORIO, Y DE MUCHO MERITO PARA NOSOTROS: |
1º Hacer todos los años la Novena, en el mes de Noviembre: consagrarles el lunes de cada semana, | |
2º Celebrar Misas o mandarlas celebrar y oírlas, | |
3º Comulgar con fervor, ya espiritual, ya sacramentalmente, sobre todo los lunes, | |
4º Visitar el Santísimo Sacramento o a la Virgen en sus Santuarios, | |
5º Hacer un rato de Oración mental, considerando con especialidad la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, | |
6º Andar al Vía Crucis y llevar al cuello algún Escapulario, | |
7º Rezar el Santo Rosario, la Corona de los Dolores, los Salmos Penitenciales, cinco Padre nuestros a las 5 llagas de Jesucristo nuestro Señor y otras Oraciones vocales, | |
8º Sufrir con resignación las penas, humillaciones, dolores y trabajos de esta vida, | |
9º Practicar alguna mortificación corporal y refrenar los cinco sentidos, | |
10º Hacer limosnas y otras piadosas obras de Misericordia, | |
11º Olvidar las injurias y perdonar a los enemigos por amor de Dios, | |
12º Ganar indulgencias: aprender la Doctrina Cristiana. |
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" OBRAS EN FAVOR DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO "
Santa Gertrudis la Grande | Santa Faustina Kowalska | Sor Maria Consolata Betrone |
A estas tres esposas Jesús les reveló lo siguiente: |
a) ESPECIAL devoción por las almas purgantes, | |
b) Les mostró los sufrimientos de las almas en el lugar de la purificación, | |
c) Les enseñó el Misterio del Purgatorio, | |
d) y también les entregó Oraciones para rezar por las almas. |
Conjugando las revelaciones que Jesús hizo a estas tres almas es que surge esta Coronilla o Rosario:
Se reza con las cuentas de un Rosario tradicional.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
JACULATORIA DE INTRODUCCION:
"Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, en tí confío" (3 veces al iniciar)
PADRE NUESTRO:
Padre nuestro que estás en el Cielo, Santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino; hágase tu Voluntad en la Tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del Mal. Amen.
AVE MARIA:
Dios te salve María, llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
CREDO:
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma
naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue Crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de
nuevo vendrá con gloria para juzgar a, vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los Profetas.
Creo en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
En las cuentas del Padre Nuestro diremos:
"Padre Eterno, te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Tu Amadisimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en unión con las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por las Benditas
Almas del Purgatorio, y por los pecados y pecadores del mundo entero."
En las cuentas del Ave Maria diremos:
"JESUS, MARIA OS AMO, SALVAD ALMAS" (10 veces en cada una de las 5 decenas)
Al final del Rosario diremos:
"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL,
TEN PIEDAD DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO" (3 veces)
ORACION POR LOS DIFUNTOS (dictada por Jesús a María Valtorta):
Escrito del 24 de octubre de 1944.
...escribo todo lo que Jesús dicta:
"Llega el mes dedicado a los difuntos. Ruega así por ellos:
¡Oh Jesús!, que con tu gloriosa Resurrección nos has mostrado cómo serán eternamente los 'hijos de Dios', concede la santa resurrección a nuestros seres queridos, fallecidos en tu Gracia, y a nosotros, en nuestra hora. Por el sacrificio de tu Sangre, por las lágrimas de María, por los méritos de todos los Santos, abre tu Reino a sus espíritus.
¡Oh Madre!, cuya aflicción finalizó con la alborada pascual ante el Resucitado y cuya espera de reunirte con tu Hijo cesó en el gozo de tu gloriosa Asunción, consuela nuestro dolor librando de las penas a quienes amamos hasta más allá de la muerte, y ruega por nosotros que esperamos la hora de volver a encontrar el abrazo de quienes perdimos.
Mártires y Santos que estáis jubilosos en el Cielo, dirigid una mirada suplicante a Dios, y una fraterna a los difuntos que expían, para rogar al Eterno por ellos y para decirles a ellos: 'He aquí que la paz se abre para vosotros'.
Amados, tan queridos, no perdidos sino separados, que vuestras oraciones sean para nosotros el beso que añoramos, y cuando por nuestros sufragios estaréis libres en el beato Paraíso con los Santos, protegednos amándonos en la Perfección, unidos a nosotros por la invisible, activa, amorosa Comunión de los Santos, anticipo de la perfecta reunión de los 'benditos' que nos concederá, además de gozarnos con la visión de Dios, el encontraros como os tuvimos, pero sublimados por la gloria del Cielo".
CORONILLA O ROSARIO POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO.doc
CORONILLA O ROSARIO POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO.pdf
1) DIA PRIMERO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION (para todos los días):
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están purificando en el Purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas penas al Cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre Purísima y de San José.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
2) DIA SEGUNDO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION:
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del Purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del Cielo.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
3) DIA TERCERO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION:
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con Justicia en esta vida o en la otra: concédenos la Gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta vida y están padeciendo ahora sus penas en el Purgatorio; y a ellos y a todos llévalos pronto a su descanso.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
4) DIA CUARTO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION:
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aún de los pecados veniales en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y ten misericordia de los que, por haberlos cometido, están ahora purificándose en el Purgatorio, y líbralos a ellos y a todos los pecadores de sus penas, llevándoles a la Gloria Eterna.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
5) DIA QUINTO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION:
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso Eterno.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
6) DIA SEXTO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION:
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del Purgatorio, pero especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena, para que logren el descanso Eterno.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
7) DIA SEPTIMO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION:
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los purificas en el Purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la Gloria y a nosotros recibir bien los últimos Sacramentos.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
8) DIA OCTAVO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION:
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la Gloria, los retienes apartados del Premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que gocen pronto de tu Presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los bienes Celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
9) DIA NOVENO: |
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICION:
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser tu quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del Infierno. Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Sigue con esta Oración (es distinta para cada dia): Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son Infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el Purgatorio anhelando la hora de ver tu Faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la Gloria Eterna.
Oración Final y Responsorio (DESDE AQUI HASTA EL FINAL ES IGUAL PARA TODOS LOS DIAS):
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo Bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del Purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia nuestros pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno, y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro y Ave María.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos: Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus Santos Ángeles las tomen y las lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los Gozos Eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
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